miércoles, 17 de junio de 2009

PROTECCIÓN SOLAR

Una piel bronceada puede parecer más bonita. Pero el sol, además de ponernos morenos, tiene otros efectos sobre la piel, en este caso poco deseables. Confiamos en las cremas protectoras para evitar esos problemas, pero ¿hasta qué punto nos protegen del sol? ¿Es clara y suficiente la información de la etiqueta? Sepa cómo elegir una buena crema protectora.

A la mayoría de las personas le gusta lucir una piel bronceada, pero pasamos por alto que el sol puede tener otros efectos nada deseables en la salud: desde el envejecimiento prematuro de la piel y las quemaduras, hasta el melanoma o cáncer de piel. Para evitar estos problemas hay que tomar una serie de medidas, entre otras, proteger siempre la piel con una buena crema protectora.

La protección total, no existe.
No existe una protección total contra las radiaciones solares. Para ello necesitaríamos un producto que bloqueara los rayos UVA (causantes del envejecimiento prematuro de la piel) y UVB (los que provocan inflamaciones, enrojecimiento y quemaduras), que fuera resistente al agua, al sudor y la arena, que no perdiera nunca sus propiedades, y que además fuera apto para todo tipo de pieles. No existe nada así, de momento.
Por ello, recomendamos no exponerse al sol a las horas centrales del día, que es cuando más puede dañar la piel. Además de usar la crema solar, es conveniente proteger los ojos con gafas de sol y la cabeza con un sombrero o gorra, mejor de algodón, que es un tejido más eficaz frente a rayos solares (aunque, tenga cuidado, el algodón mojado no protege).
Las sesiones de rayos UVA no sirven para preparar la piel, ni el hecho de tener la piel más morena u oscura implica que pueda tomar el sol sin protección, ya que los rayos solares dañan el ADN de cualquier tipo de piel. Si ya se le ha quemado la piel, el uso de protectores evitará que ésta sufra un estrés mayor.
Un par de meses antes de exponerse al sol consuma alimentos ricos en antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres producidos por los rayos solares. Beber mucho líquido y zumos contribuye también a mantener la piel hidratada.

La crema, con factor de protección alto.
A la hora de elegir una crema protectora, lo principal es fijarse en su factor de protección contra los rayos UVB y UVA, cuya combinación aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel.
El factor de protección indica el tiempo que una piel determinada puede permanecer al sol sin sufrir daños. Por ejemplo, si una persona puede estar al sol 10 minutos sin quemarse, con un factor de protección 6, sólo podrá estar 60 minutos expuesta sin quemarse.
Un producto "resistente al agua" significa que no se disuelve ni durante el baño en el mar o la piscina, e incluso con el sudor, por ejemplo. Si el producto es "estable" o "fotoestable" significa que mantiene su composición incluso a pleno sol, sin que sus propiedades protectoras se pierdan.
La crema debe aplicarse un rato antes de exponerse al sol, incluso dos horas antes en casos de pieles sensibles. Lo normal es utilizar una cantidad de crema equivalente a seis cucharaditas de café (unos 35 grs.) para todo el cuerpo. Se recomienda repetir la aplicación cada dos horas, después de bañarse o de haber sudado mucho. Insista en las zonas más expuestas al sol, como la nariz o las orejas. Para los labios use un producto específico.
Todas las cremas pierden eficacia una vez abiertas, más si ha transcurrido un largo tiempo, por eso se recomienda no guardarlas de un año para otro. Deseche aquéllas que desprendan un olor rancio o hayan perdido consistencia, ya que pueden estar en mal estado.

Las etiquetas, ahora más claras.
Gracias a una nueva recomendación europea los fabricantes de cremas protectoras tienen que adaptar el etiquetado para informar mejor al consumidor y poder usar estas cremas de forma más correcta. Para empezar, estos productos deben proteger siempre frente a rayos UVB y UVA (ojo, los aceites bronceadores no llevan protección), y se debe indicar el índice de protección que alcanzan según la nueva escala para cada tipo de radiación:

Menos de 6: no protege
6-10: baja protección
15-25: media protección
30-50: alta protección
50+: muy alta protección

A pesar de la nueva legislación, que no es vinculante, todavía encontramos en el mercado productos cuyas etiquetas pueden confundir al consumidor, ya que muestran indicaciones poco claras, como "protección segura" en un producto para bebés, para los que hay que evitar la exposición solar.

2 comentarios:

  1. El uso de protección solar lo haría casi obligatorio (se que es complicado). Pero por ejemplo en el tema de menores (ya, ya, tampoco vamos a ponernos a interrogar a los padres) pero insistir desde la escuela, la farmacia, los médicos, recordatorios tipo Usa siempre crema solar, por Salut o ministerio. No sé me parece que debería ser una preocupación pública.

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  2. Hola Bosquefantasma, estamos de acuerdo, sería importante una formación al respecto para procurar concienciar a todos y evitar males mayores. Como en otras cosas, falta educación social, y ningún dirigente se preocupa de ello.
    Me parece una gran idea la tuya de promover recordatorios al respecto desde cualquier entidad pública o privada con afluencia de público y temática sanitaria, de formación, o similar.
    Saludos

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